lunes, 10 de diciembre de 2012

Pelusa festejó sus 35 años en el mundo de las domas



Por Juan Berreta
Antonio Santa Cruz organizó junto al Fortín Gaucho de Micaela Cascallares la 9ª Gran Pialada de Terneros, "en la que habrá 10.000 pesos en premios", y jineteadas "con 20.000 pesos"

La fecha inicial era el 20 de mayo, que era la más indicada porque fue el 17 de mayo de 1977 que organicé la primera doma. Pero ese fin de semana llovió muchísimo y tuvo que suspenderla. La pasé para el domingo 19 de agosto, y otra vez hubo agua. Así fue que la última fecha que me quedó es la de este domingo 21, y espero que esta vez no llueva", dice Pelusa.
Santa Cruz organiza junto junto al Fortín Gaucho de Micaela Cascallares la 9ª Gran Pialada de Terneros, "en la que habrá 10.000 pesos en premios", y jineteadas "con 20.000 pesos". El programa es amplio, bien variado y arranca en horas de la mañana. Montas, pruebas de riendas y la gran pialada. "La verdad que es lindo lo que se siente al haber llegado a los 35 años en esto, porque no todos pueden hacerlo. Pero para mi, es la vida", cuenta con humildad Santa Cruz.

Pasión indomable
Nacido y criado en Ramón Santamarina, partido de Necochea, hace 64 años, Santa vivió hasta los 15 en la misma chacrita donde fue parido. De muy chico empezó a dar una mano en el pequeño tambo familiar, en el ordeñe y en el reparto con el sulky de las botellas de leche.
En 1969 dejó sus pagos para empezar a trabajar como puestero en distintas estancias de Tres Arroyos, hasta que en 1981 compró la quinta en Cascallares, su lugar en el mundo.
"Siempre anduve a caballo. A los 13 años ya corría en unos petisos en Santamarina. En 1977, cuando se pararon las carreras, decidí empezar con las domas", recuerda. Fue estando como puestero en una estancia que tenía salida a la playa que decidió fundar su tropilla. Con un solo caballo, pero muchas ganas, nació Los Tigres de los Médanos. El nombre se lo puso su suegro y tenía que ver con que la caballada estaba en la zona de médanos del campo.
"La primera doma la hice en San Francisco de Bellocq. Al principio fui pidiendo caballos prestados hasta que pude tener los míos", cuenta Santa. Y justamente hoy se están cumpliendo 35 años de aquella primera jineteada.
"El caballo no se puede preparar para la doma, debe nacer para eso. Tiene que ser malo. Es una cuestión genética. Uno se da cuenta apenas lo ve si sirve o no para las jineteadas", asegura.
El método de reclutamiento de caballos para la tropilla fue cambiando con el tiempo. Así como hasta hace unos 20 años era común que Antonio recorriera los campos de la región buscando caballos "malos", hoy se nutre de su propia cría. "Hoy tengo unas 20 yeguas y unas 20 crías, porque casi todas me han parido, entonces voy reponiendo todos los años. Por ahí, si me conviene, vendo algún caballo. A los míos los vienen a buscar para otra tropilla. Porque gracias a Dios hemos hecho una buena trayectoria", afirma con satisfacción.
Ya pasaron 28 años de la última vez que Santa Cruz montó en una jineteada. "En 1984 dije dejo, y dejé. Pese a que a uno las ganas le vienen siempre. Pero cuando te retirás, ya no podés volver. Porque te queda la experiencia, pero te faltan las ideas", asegura el creador de Los Tigres de los Médanos.

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